En la actualidad, un alto porcentaje de las personas con discapacidad viven en países de bajos recursos, lo que acrecienta su vulnerabilidad. Es por ello, que la Fundación Seeliger y Conde apoya proyectos de cooperación internacional, con el fin de generar más y mejores oportunidades de inclusión sociolaboral, donde es necesario priorizar acciones destinadas a personas con discapacidad.
Cooperación Internacional:
Objetivo:
Acompañar a los beneficiarios, en formación y asesoramiento, para desarrollar un emprendimiento o desempeño de puesto de trabajo, que les permita incorporarse al mercado laboral y mejorar su inclusión sociolaboral.
Educación financiera y desarrollo de emprendimiento, para 100 personas con discapacidad física, auditiva y/o visual, y sus familias, con el objetivo de generar ingresos estables mediante el acceso a créditos para generación de emprendimiento.
Duración estimada:
24 meses
Ubicación geográfica:
Comunidades rurales en los municipios Jocotán y Camotán, del departamento de Chiquimula, en Guatemala.
Contexto:
En las comunidades de los municipios de Jocotan y Camotán la mayoría de la población pertenece a la etnia Ch'orti y habitan en el área conocida como corredor seco, una de las regiones de Centroamérica con mayor presencia de sequías extremas y tormentas tropicales La pobreza se genera no sólo por la exclusión, sino también por la falta de tierra apta para la agricultura, el bajo nivel educativo y la falta de capacidades técnicas y servicios financieros para emprender.
Formación teórica y práctica en técnicas de pastelería, para 20 mujeres -10 en situación de discapacidad y 10 cuidadoras, con dispositivos de acompañamiento coordinados en un ambiente inclusivo y marco institucional que les permita ser competitivas y autónomas.
Duración estimada:
36 meses
Ubicación geográfica:
Temara (Rabat) El proyecto se desarrolla en Temara, en la región de Rabat-Salé-Kénitra, directamente al sur de Rabat en la costa atlántica, en el área suburbana de la capital.
Contexto:
las personas en situación de discapacidad conforman uno de los grupos sociales más vulnerables a la hora de ejercer sus derechos. Sufren la exclusión social, tanto comunitaria y familiar, que tiene como origen la falta de información de la sociedad sobre el potencial y las habilidades de estas personas.
Si a esta compleja situación se suma que las personas en situación de discapacidad son mujeres, la discriminación que experimentan se duplica y hace que sea mayor su exposición a sufrir violencia por motivos de género -abusos sexuales- y explotación. A su vez, esta situación de exclusión afecta a sus cuidadoras. Mujeres con falta de autoestima, sin reconocimiento de su trabajo, y socialmente rechazadas.